Se llama “The wheel of Vermeer” y es un queso Gouda holandés bajo en grasas que sorprendió a todos los favoritos en el Concurso Mundial de Quesos, celebrado en Madison (USA), el mes pasado.
El mejor queso del mundo, una delicia holandesa de 10 kilos, fue vendido a 8.400 dólares (más de 6.400 euros) en Wisconsin. Esta porción láctea, llamada “The wheel of Vermeer” (La rueda de Vermeer), es un queso Gouda bajo en grasas elaborado por Friesland Campina de Steenderen, Países Bajos.
Aunque ser el ganador del concurso no le bastó para ser el queso más caro, ya que un bloque de casi 15 kilogramos, ganador de tres medallas de oro, producido por una compañía de Wisconsin, fue vendido por 16.000 dólares.
John Umhoefer, portavoz de la Asociación Wisconsin Cheese Makers declaró que estas ventas se realizan como parte de una subasta que ha recaudado 140.000 dólares que servirán para fomentar la cultura del consumo de queso.