Según el sector avícola «la carne de ave de corral sufrió una caída significativa de las ventas entre los meses de marzo y abril de 2020, causada principalmente por el paro brusco del turismo y la fuerte reducción de la demanda en el canal Horeca (hostelería y restauración)». Los productores gestionaron el exceso de oferta adoptando medidas extraordinarias como la congelación o la exportación a precios bajos y el sector fue capaz de absorber una parte de la sobreproducción de manera interna, mediante acuerdos entre empresas.
Se prevé que el sector avícola de carne cierre el 2020 con una caída del 10% en la producción entre marzo y diciembre respecto al mismo período del año anterior. Según indican la información recibida, para el 2021 no se prevé una recuperación del volumen de producción, «aunque las empresas avícolas se encuentran preparadas para dar respuesta a una posible reactivación de la demanda en la segunda mitad del año»
El mercado del huev,por ejemplo, ha venido marcado en el 2020 por el paro de determinados sectores económicos y las oscilaciones en la demanda. El consumo doméstico ha crecido ligeramente respecto al año anterior, con una demanda especialmente elevada en primavera. En cambio, la del canal Horeca y la industria alimentaria ha sufrido un fuerte descenso, lo que, de acuerdo con las fuentes consultadas «ha arrastrado los precios a la baja tanto en el huevo para consumo doméstico como en el industrial». Para el 2021 se prevé que se mantengan las oscilaciones y la imprevisibilidad de 2020 aunque hay perspectivas de mejora a medida que los mercados se vayan recuperando.
Al igual que en otros sectores, el avícola reclama una mayor atención por parte de las administraciones para afrontar las dificultades surgidas por la pandemia, dado su peso en el ámbito agroalimentario. «La Administración no supo dar respuesta a la situación que se generó al inicio de la pandemia y posteriormente las empresas avícolas no han podido acceder a las ayudas dirigidas a la ganadería, ya que éstas no han tenido en cuenta las particularidades del sector», explican desde el sector.
Joan Anton Rafecas, presidente de la FAC, pide que se tenga en cuenta estas particularidades: «Hay que articular unos mecanismos de apoyo adecuados para el sector, que proporcionen una respuesta rápida y eficaz en caso de crisis grave y que tengan en cuenta la singularidad de la producción de carne de ave, en especial el elevado nivel de integración y la coexistencia de integraciones de dimensiones y tipologías muy diversas «.
Los cambios en la normativa y la influenza aviar, principales retos para el 2021
La aprobación y entrada en vigor del nuevo Real Decreto de ordenación avícola, que introduce cambios importantes en la ordenación del sector, es uno de los grandes temas que ocuparán su agenda en el futuro próximo. La FAC ha expresado su voluntad de participar en el desarrollo del nuevo marco normativo que la administración catalana deberá llevar a cabo dentro del ámbito de sus competencias.
La influenza aviar vuelve a ser motivo de preocupación para las empresas avícolas y ha sido debido a la adopción de medidas extraordinarias en las granjas catalanas a finales de 2020, ante la aproximación de la Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) H5N8, una variante muy contagiosa. En diciembre la FAC solicitó al Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARPA) de la Generalitat de Catalunya la imposición del confinamiento de todas las aves de producción y domésticas en territorio catalán como medida de prevención y contención de la enfermedad. El DARPA decretó la medida a finales de diciembre por un período inicial de ocho semanas. Ante la aparición reciente de focos en aves silvestres en Cataluña, la FAC ha pedido al DARPA la extensión de ese periodo.
En base a la experiencia reciente y ante los retos que se plantean para el sector, la FAC apuesta por un cambio en la forma de interlocución formal con la administración catalana y considera que el modelo actual, en que la relación se articula a través de la mesa con sindicatos y cooperativas para determinar las políticas y a través de las mesas sectoriales, es insuficiente y es preciso ir un paso más allá para dar respuesta a las necesidades actuales del sector.