Ricard Camarena estaba elaborando comida a gran escala en una fábrica de Cheste, desde donde repartió hasta 25.000 raciones de comida al día, cuando se dio cuenta de que la primera urgencia ya estaba paliada y había que tomar otras medidas para los damnificados por la DANA que ha asolado varios municipios de su comunidad. Mientras su mujer y directora general del grupo de restaurantes, Mari Carmen Bañuls, coordinaba necesidades y ofrecimientos, él comenzó a mirar a medio plazo porque «dentro de dos semanas no se va a acordar ni el tato de lo que ha pasado».
Una llamada con Nandu Jubany le dio la clave: organizar una comida multitudinaria para recaudar fondos. Decidió tomar como base la cena de Navidad de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), prevista para el 13 de diciembre, y desde ahí crecer por España y el resto del mundo, apoyándose en la solidaridad de sus compañeros de profesión. No le están fallando. Para comenzar colegas valencianos como Begoña Rodrigo, Quique Dacosta -que han tomado también las riendas de la organización- o Vicky Sevilla, pero también Joan Roca, Eneko Atxa, Javier Olleros, Pepe Solla o el propio Jubany.
Castellón, Alicante, Madrid, Andalucía, Galicia o Cataluña acogerán algunas de estas cenas solidarias. «Está todo el mundo volcado, los que conoces y los que no», indica el valenciano.

«En Italia cocineros con estrellas Michelin cocinarán con Massimo Bottura, René Redzepi, Alex Atala, Jorge Vallejo, Gastón Acurio y también habrá una cena en Little Spain en Nueva York… Está siendo una bola de nieve que crece día a día de manera exponencial», reconoce un Camarena «abrumado» por la respuesta. «Sé de la pasta de la que están hechos y que son capaces de demostrar que la gastronomía puede poner el foco cuando la ocasión lo merece y lo necesita», añade.

Así que de esa primera cena benéfica planeada con la AVE, con la intención de ampliarla en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, ya se sobrepasan las 50 en otros puntos del planeta. Serán cenas oficiales en los que la donación mínima se ha fijado en 500 euros por persona. Otra forma de participar es colaborando con donaciones a la Mesa 0 o bien funcionar como establecimiento adherido.
Camarena resalta que el dinero se recaudará «de una forma transparente y segura, que dé garantías al donante», por lo que además de la incorporación de un equipo de Microsoft desplazado desde Estados Unidos para «dimensionar el tráfico que estamos recibiendo», las cuentas serán auditadas por Deloitte y Price Water House Coopers. «Estamos construyendo un comité ético para que una vez que estén las ayudas recaudadas se organice cómo las vamos a distribuir y en qué proporción», añade. Los principales destinatarios serán pequeños comercios, autónomos y micro pymes que recibirán «ayudas totalmente directas», sin la mediación de organismos y administraciones.
Ricard Camarena cocinará con varios colegas valencianos en la Ciudad de las Artes y las Ciencias y se han establecido coordinadores por provincias y Comunidades Autónomas para dirigir la logística.
Con la tragedia aún presente, son muchas las peticiones de colaboración y donaciones, por lo que en la web también se habilitarán espacios como, por ejemplo, la adquisición de obras de arte de Domingo Zapata, quien se ha dispuesto a ceder todo lo recaudado a los damnificados.

Toda esta movilización global parte de un cocinero que no ha tenido fuerzas para acudir a las zonas afectadas, aunque haya ayudado a sus habitantes desde el primer día. «No he querido ir, no me aporta nada más que dolor y quiero estar lúcido. Necesito estar fresco, empatizo cien por cien con el dolor, pero no quiero somatizarlo», admite.
Manifiesto
Los impulsores de la iniciativa «Desde Valencia para Valencia» han publicado un manifiesto en el que se resumen sus intenciones. «Surge como respuesta solidaria a la tragedia ocasionada por la DANA en Valencia, una catástrofe que ha dejado a numerosas familias sin esperanza. El propósito fundamental es recaudar fondos para ayudar a autónomos comerciantes y empresas de menos de 25 trabajadores con el fin de reconstruir sus proyectos y devolver la ilusión y la estabilidad a quienes ahora se enfrentan a la devastación. Queremos que cada contribución sea vista como un acto de solidaridad genuina, destinado a llegar directamente a las manos de quienes más lo necesitan, ayudando a restaurar sus proyectos y sus sueños».
«Aspiramos a recaudar cientos de miles de euros. Somos ambiciosos porque sabemos que esta causa merece toda nuestra energía y esfuerzo. Creemos en el poder de movilización del sector gastronómico, empresarial y de la sociedad en general».
«Convocamos a toda la sociedad a ser parte de este rayo de esperanza. Con el esfuerzo de todos, podremos ayudar a los valencianos a reconstruir su vida, el tejido empresarial y a crear un futuro desde el apoyo y la solidaridad».
No se trata de la única medida del mundo gastronómico en favor de los damnificados, pero sí una de las más ambiciosas.