“Es un proyecto que necesita mucho apoyo, porque es largo y toca muchas aristas; si no hay un apoyo transversal es difícil lograrlo”. Así describió Francisco Munizaga, presidente de Pisco Chile los compromisos que implica la iniciativa que tuvo su primera cumbre en La Serena la semana recién pasada, en busca de que la Unesco declare como Paisaje Cultural Vitivinícola al Pisco Chileno.
Francisco Munizaga es la quinta generación de una familia productora de pisco en Chile, la más antigua destilando hasta la actualidad, con registros desde 1886. El nombre de esta pequeña pisquera enclavada en Paihuano es Los Nichos. Está instalada entre impresionantes montañas piramidales y viñedos que ahora, a inicios del verano, refrescan el paisaje desértico con sus colores verde fluorescente. Aquí, en el Valle del Elqui, se sigue el saber hacer tradicional, dentro del reglamento que dicta que el Pisco de Chile es un destilado de vino, elaborado con cualquiera de las once uvas viníferas permitidas (principalmente moscateles). Este vino blanco debe ser fresco, lo que implica ser destilado en alambiques discontinuos antes que termine el año en que se cosecharon sus uvas.
Durante la cumbre liderada por Munizaga el viernes pasado en La Serena, y donde se obtuvó el apoyo necesario para promover la declaración del paisaje del pisco chileno como patrimonio cultural y vitivinícola de la Unesco, se analizaron las ventajas, fortalezas, oportunidades y obstáculos para logarlo.

Dentro de las ventajas que implica para una industria que genera más de 40 mil puestos de trabajo, se encuentra tener la Denominación de Origen Pisco desde el año 1931, según explicó Pablo Lacoste (historiador argentino, autor del libro El Pisco Nació en Chile, a cargo del levamiento histórico del proyecto).
“El Presidente chileno Carlos Ibáñez del Campo delimitó la D.O. Pisco en 1931”, explicó, “y estableció así la primera D.O. de América, delimitada a las regiones de Atacama y Coquimbo. Con este proyecto vamos a postular a ser el primer Paisaje Cultural Vitivinícola de la Unesco de América. Sería jugar el mundial de verdad con los paisajes pisqueros a nivel de los de Champaña y Burdeos en Francia, de Tokaj en Hungría, del Duero en Portugal. Es un proyecto muy potente que tiene muchas implicancias, incluyendo el cambio de paradigma económico de Chile, más allá de ser solo extractor y exportador de materia prima. Se trata de que el país ponga foco en su patrimonio cultural y apueste fuerte al turismo receptivo. Porque el turismo es una industria que tiene un real efecto económico en sus pymes, más allá de restaurantes y hoteles. Para eso hay que darle valor al patrimonio, necesitamos que todos, el sector público y privado, se pongan de acuerdo, no se peleen mucho, y todos trabajen para vestir de gala el territorio e integrarlo”.
Se trata de que el país ponga foco
en su patrimonio cultural
y apueste fuerte al turismo receptivo.
Ello implica según Lacoste convencer a las pisqueras de que se constituyan como embajadoras del territorio; no solo que vendan sus piscos sino que exhiban la artesanía local o hablen de maridajes: “paisaje cultural es hablar de los molinos hidráulicos, hoy casi desaparecidos, que permitieron desarrollar la gastronomía local, es hablar de la gastronomía marina de los changos, del territorio de la fiesta de Andacollo, de la cultura del agua y del riego, la cultura del agro que desarrollaron los diaguitas, de la cerámica, la arquitectura con la caña, la totora, la brea y el uso de la tierra cruda como material de construcción, de la poseía de Gabriela Mistral… El pisco, con los paisajes de sus viñas, es la locomotora, pero la idea es desarrollar todo el territorio para promover el turismo receptivo y crear una actividad económica muy fuerte y multiplicadora”.
La iniciativa que comenzó su plan de trabajo este año 2022, es impulsada por Pisco Chile, Corfo y la Fundación Paisaje Cultural, a través del Proyecto Red Asociativa Comercialización del Paisaje Cultural del Pisco.
Aliviar presión a cultivos
Para Jaime Camposano, miembro de la asociación gremial Pisco Chile y productor de los piscos premium Waqar (blanco) y Black Heron (criado en madera), relaciona la importancia de lograr la declaración Unesco con aliviar la presión de cultivos con beneficios económicos más rentables en las regiones de Atacama y Coquimbo, como ya son la uva de mesa, mandarinas y paltas. “El cultivo de viñas utiliza un tercio del agua de la palta y la mitad que la mandarina. Tener el reconocimiento de la Unesco puede ayudar a que sigamos existiendo”, explicó Camposano a el Diario local El Día. Un factor de no menor importancia, en una región desértica regada por aguas de deshielos, que ha sido azotada desde hace más de una década por el descenso de las lluvias invernales.

Claudio Escobar, gerente de Pisco Chile, comparte la mirada de Camposano: “Hay que ser realistas, la base productiva, que son las hectáreas plantadas de uva pisquera, y que suma más de 2.800 pequeños agricultores, está disminuyendo. El negocio del pisco no ha sido tan bueno para la parte agrícola y hay un desbalance del cual debemos hacernos cargo. Debemos levantar este proyecto para que se mantenga en el tiempo y sea una oportunidad para todos los de la cadena… También, ha habido un recambio generacional en la industria, en los tomadores de decisiones que era súper necesario”.
Este proyecto, agrega Escobar, “nace de un trabajo que hemos ido madurando como industria en una visión de largo plazo. Ha implicado salirnos de la botella, el producto final, porque no estábamos viendo los elementos estructurales que dieron vida a esta industria y el impacto que ha tenido en la vida del Norte Chico. Nos hemos dado cuenta de que al lograr una D.O. necesitamos que todos sus elementos se conjuguen. Creemos que tenemos todos los elementos para ser ahora patrimonio Unesco, pero algunos faltan. Uno de ellos, es ese valor patrimonial y cultural, y lo otro es en la organización de un Consejo Regulador, en lo que ya estamos trabajando. Logarlo, va a generar un beneficio para el Pisco, tanto para Chile como para el mundo, y ahí está la visión de largo plazo”.
Durante 2022, detalló Andrés Zurita, director regional de Corfo (organismo de fomento productivo del Estado de Chile), se han recabado los primeros antecedentes desde el punto de vista histórico, sobre los inmuebles patrimoniales y el patrimonial inmaterial. Mucho de ellos, como recalca Lacoste, abandonados o muy deteriorados. El levantamiento de información permitirá realizar la correspondiente presentación ante el Consejo de Monumentos Nacionales y con ello, avanzar hacia la postulación del paisaje pisquero ante la Unesco a través del Estado de Chile.

Durante 2022, detalló Andrés Zurita, director regional de Corfo (organismo de fomento productivo del Estado de Chile), se han recabado los primeros antecedentes desde el punto de vista histórico, sobre los inmuebles patrimoniales y el patrimonial inmaterial. Mucho de ellos, como recalca Lacoste, abandonados o muy deteriorados. El levantamiento de información permitirá realizar la correspondiente presentación ante el Consejo de Monumentos Nacionales y con ello, avanzar hacia la postulación del paisaje pisquero ante la Unesco a través del Estado de Chile.