El periplo viajero, formativo y profesional de Daniel Lindeberg, a lo largo de varios años, por las cocinas de diferentes países culminó con la apertura de su propio restaurante en 2008. Esta vez en casa (Suecia), cuando se asoció con el chef Björn Frantzén para crear el restaurante Frantzén/Lindeberg. El local no tardó en recibir el respaldo de la crítica y dos años después de su apertura ostentaba dos estrellas Michelin y había subido hasta el puesto número doce de los 50Best.
Cinco años más tarde, los dos socios decidieron encaminar sus vidas profesionales en direcciones diferentes. Fue entonces cuando Daniel se dio cuenta de que lo que realmente quería hacer eran bollos. Fue así que en 2014 abrió Lindeberg, donde ha seguido desarrollando su vocación por la repostería. Fruto de su trayectoria de más de veinte años en el mundo dulce es su primer libro Bollería, publicado en España por la editorial ColandCol.
La obra es un compendio de 50 recetas que vienen precedidas por una serie de fórmulas básicas como la crema pastelera, el azúcar avainillado, la sal de vainilla, el mazapán relleno, la salsa de tofe o el amasado a mano… “La bollería no es ni una operación de la NASA ni una operación a corazón abierto, pero la masa está viva y es lo que hace que resulte tan interesante. Hay que tratar de domar, poseer y controlar el levado para que esta no lo acabe controlando a uno”, explica Lindeberg.
Las recetas se ordenan por tipos de masa y cada categoría se encabeza con la receta general de la masa principal. De este modo la clasificación de dulces se divide en: bollos de masa de trigo, bollos de masa valona, bollos de masa brioche, bollos de masa de azafrán, y bollos de masa de croissant. “La bollería es mucho más que un surtido de elaboraciones dulces; la mantequilla, la harina y el azúcar, pueden combinarse de mil maneras diferentes. Un poco de huevo por aquí, un poco de levadura por allá… “.
El libro parte de una de las premisas fundamentales del repostero: “En lo que a bollería respecta, la premisa de menos es más no tiene cabida; en este caso más es más. Es decir, no hay que escatimar a la hora de rellenar un bollo. Si, al comerlo, las manos no te quedan pringosas, es que tenía muy poco relleno. Por otro lado, ya que te comes uno, lo mejor es ir a lo grande. Usa mucha cobertura, así quedará más bueno.” Bollería forma parte de la colección Cocina de autor.
Título: Bollería
Autor: Daniel Lindeberg
Editorial: Col and Col
ISBN: 9788412450880
Precio: 24,95€
Número de págianas: 174