No es fácil dar con un buen café en Santiago. El buen momento que atraviesan sus cocinas pasa por el lado del café, ofreciendo casi siempre marcas rimbombantes y comerciales que por mucho marketing que hagan, no logran esconder los defectos asociados a sus granos, ni el retrogusto a quemado provocado por la torrefacción.
Singular Coffee Roasters rompe con la escasa calidad de los cafés bebidos en Chile. En su casa matriz de Barrio Italia, en calle Girardi 1569 (cuenta con otras dos sedes en Merced 295 y Suecia 161) ha construido un espacio consagrado a promover el buen café entre los santiaguinos. Una cafetería en la que tuestan a vista del público, organizan talleres, catas y actividades, al tiempo que ofrece distintos métodos de extracción para poner en valor las calidades de los cafés que tuestan. Una referencia para tener en cuenta en Santiago.

Su creador, Camilo Vásquez, partió como barista, sin grandes pretensiones. Según cuenta, un día se cruzó con una taza de origen Etiopía y todo cambió. Esa conexión que se genera entre esta bebida y las personas, lo sedujo, dedicándose cien por cien al mundo del café. Ocho años han pasado de ello, tiempo suficiente para ser reconocido como uno de los mejores tostadores del país.
En Singular Coffee Roasters trabajan con cafés de orígenes diversos, como Brasil, Colombia, Honduras, Perú, Etiopía, Kenia o Panamá, todos comprados en verde y seleccionados por su calidad.
En mi última visita probé una de las joyas de la corona, una edición especial llamada Tres Dragones. Se trata de un café producido en la finca Potosí, en el Valle del Cauca en Colombia, una variedad colombia, de proceso natural, sorprendente y lleno de matices.
Es extraño encontrar variedades colombia, una de las más cultivadas en el país cafetalero, tan expresivas. Se trata de un café producido a dos mil metros de altura, fermentado mediante proceso natural durante 35 horas, y secado otras 48 en silo, a una temperatura de 35 ºC. Luego pasa otros quince días secándose al sol.

La selección de los granos es casi perfecta, logrando buena uniformidad en tamaño, lo que facilita el trabajo de Vásquez en el tostado. En Chile son pocos los tostadores que se atreven a dar curvas medias y sutiles al café verde que compran. La mayoría se inclina por tostados altos, que permitan obtener perfiles de taza con gusto y color similar al de los solubles, a los que está acostumbrado el consumidor nacional. Decisiones comerciales erróneas que dañan la mayoría de las veces el trabajo de los productores y favorecen la perpetuación de la mala calidad del café que se bebe en el país.
Recién molido, su aroma es limpio, potente y muy frutal, recuerda a la guayaba y a la ciruela, con sutiles notas a flores de curuba, una de las tantas pasifloras. La barista a cargo de Singular Coffee Roasters sugiere preparar Tres Dragones en chemex, un método de filtrado por goteo que permite una taza de café limpia, ligera, con mayor concentración de aceites y que extrae mucho mejor las notas frutales. El resultado fue espectacular. Un café super perfumado, jugoso, de sensaciones prolongadas, con gusto a naranja y retrogusto final a cacao. Cautivante al primer sorbo. Pierde temperatura y gana en acidez cítrica, exquisito.
Llama también la atención un café lavado de origen Etiopía, de una variedad de la que no tengo referencias, denominada Metu Bishari. Me cuentan que es una bebida chispeante, jugosa, con presencia de pomelo y limón. Tengo que volver.