La de La Ventila es una de las cinco cocinas fantasma que mantiene en la capital.
El local desde el que opera en la zona norte de Madrid La gran cocina mediterránea, la marca que el grupo Dani García dedica exclusivamente al reparto a domicilio, recibió el pasado 23 de agosto una orden de cese de actividades y demolición de las cocinas industriales que incorporaron al local. La información ha sido hecha pública desde la cuenta @VecinosdelaVentilla en Twitter, muy activa contra la apertura y el funcionamiento de este local desde que hace poco más de un año iniciara las obras de reforma. Las instalaciones continúan abiertas y en actividad.
Los datos y copias de documentos que exhiben hablan de un espacio con licencia para “Taller artesanal para realizar maquetas en 3D de obras” maquetas artesanas en 3D, transformado en cocina industrial sin la oportuna licencia. En agosto del 2021, el Ayuntamiento ordenó el cese de actividades, pero unos días después la marca comenzó a operar desde ese local.
Los vecinos vienen quejándose desde entonces de olores, el ruido de la maquinaria industrial, el que provocan las motocicletas de los repartidores y los atascos que crean los camiones de reparto.
El cocinero malagueño ya tuvo que abandonar en septiembre de 2021una de sus cocinas fantasma (cocinas sin restaurante, dedicadas a producir para marcas que no tienen un espacio físico abierto al público) en el cercano barrio de Tetuán (José Calvo, 10). Mientras tanto, mantiene otras ocho instalaciones de este tipo en la Comunidad de Madrid, cinco de ellas dentro de la capital, y otras tres en Alcobendas, Leganés y Pozuelo. La marca La gran cocina mediterránea opera desde otros quince locales en Cataluña, Castilla y León, Andalucía y Comunidad Valenciana.
Las cocinas fantasma proliferaron a partir de la pandemia, en los barrios cercanos al centro de las ciudades, para asegurar el reparto a domicilio de la forma más rápida posible. Desde su implantación, han sido objeto de continuas quejas y denuncias por parte de los vecinos, que exigen el cierre. El barrio de Tetuán, cercano a la Ventilla, es uno de los más utilizados por las marcas de reparto de comida a domicilio, que han generado un creciente activismo por parte de los vecinos.