-2 tazas de leche de coco / 1 lata de crema de coco
-2 cápsula de probiótico
-1 cucharada de aceite de coco derretido
Preparación
Agregamos las cápsulas a una licuadora o procesador, y procesamos unos 3 minutos. La idea es que la leche tenga un poco de temperatura, por la fricción de la licuadora, y así activemos los probióticos.
Es importante esterilizar el recipiente que vayamos a usar. Para eso, llevamos a hervor agua, apagamos el fuego, agregamos el agua al recipiente, en un bowl grande, y dejamos unos minutos, para matar cualquier posible bacteria externa que pueda dañar el producto final.
Agregamos la leche de coco ya procesada, ponemos un paño encima y llevamos a un lugar cálido para que comience el proceso de fermentación; tarda entre 24 y 48 horas, en clima cálido entre 18 y 24, depende de la acidez que quieras darle.
En todo este proceso es importante no usar cucharas metálicas, ya que este material puede reaccionar negativamente y afectar el resultado.
Pasado este tiempo, llevamos a la nevera y dejamos que agarre más textura por 1 a 2 horas.
Si deseamos que tenga más textura, tipo yogurt griego, este es el proceso: mezclar bien con 1 cucharada de aceite de coco derretido, ponemos la mezcla en un filtro tipo lienzo con colador y dejamos unas horas en la nevera, revisando de vez en cuando hasta tener la textura deseada. Conservar en un recipiente de vidrio siempre dentro de la nevera.
Para aportar sabor al yogur terminado, puedes agregarle vainilla, frutos rojos o miel.